El judeoespañol

Como decíamos, cada uno de los grupos de alumnos, formado por un mínimo de dos compañeros y un máximo de seis, va a tener encomendada una misión concreta. Al trabajar en facetas parciales, lograremos un avance más rápido y una integración de todos los aspectos de la actividad que llevamos a cabo. Es lo que en medios profesionales se conoce como especialización. Pero debemos tener en cuenta que será preciso contar con un coordinador que compruebe que todas las fases del proceso se llevan delante de forma paralela por todos los grupos. Es la simultaneidad en la tarea, que tendrá encomendada, a nivel formativo, el profesor de la materia de Lengua y Literatura.

Veamos ahora cómo distribuir los grupos y funciones. En una primera sesión se presentará la actividad y se pedirán voluntarios para conformar los distintos grupos.

GRUPO 1: Se dedicará a investigar el concepto del judeoespañol y de los distintos nombres con los que se denomina a esta variedad del español. También investigará la distribución geográfica del judeoespañol por el mundo.

GRUPO 2: Se centrará en el estudio de los rasgos linguísticos del judeoespañol y hará un comentario de los mismos analizando su distinta evolución con respecto a la evolución del españo peninsular.

GRUPO 3: Analizará la herencia cultural sefardí.

Una vez constituidos los grupos y apuntados los rasgos básicos de la tarea, vamos a exponer cómo ponerla en práctica, si bien en gran medida la actividad se configura como un aprendizaje por descubrimiento, tomando como base el material consultado en internet y otros recursos que iremos añadiendo.