Las muertas de Juárez
Esto sucede en el sitio que se llama Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua. Se ubica en la frontera mexicana con los Estados Unidos. Una población de un millón trescientos mil habitantes que se ha vuelto el emblema inverso de un país —México— acuciado por los contrastes y las limitaciones, y donde el triunfalismo de las apariencias de cambio democrático ahonda el tajo entre lo real y lo formal
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Desde 1998, los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez merecieron recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que, por supuesto, fueron desatendidas por el gobierno estatal. Los involucrados en esta denuncia eran protegidos del entonces gobernador Francisco Barrio Terrazas, del Partido Acción Nacional (PAN). Mientras Barrio Terrazas ocupó el gobierno del estado de Chihuahua —entre 1992 y 1998—, comenzaron a multiplicarse en Ciudad Juárez, además de los secuestros, las desapariciones y la violencia, los homicidios de mujeres. Estos crímenes ocurrieron en su mayoría bajo su gobierno, y continúan sin solución.
Introducción:
En la frontera norte de México han sido asesinadas más de cien jóvenes. González Rodríguez, narrador y periodista mexicano, autor de El centauro en el paisaje, acaba de publicar en Anagrama Huesos en el desierto, fruto de investigar por años este terrible caso. Este texto es una reflexión sobre el valor de una sociedad que tolera estos crímenes execrables.
Desde 1993, se han presentado allá más de trescientos homicidios de mujeres. La imposibilidad de tener una cifra exacta es parte del problema, tanto como las presunciones oficiales de tener resuelto el 80% de los crímenes mientras éstos han continuado. De acuerdo con datos proporcionados por organizaciones civiles, un centenar de estas víctimas de familia pobre, menudas, morenas, de cabello largo, muchas veces no identificadas provendría de asesinatos en los que se detectó violencia sistemática de cariz sexual.
En la primavera de 1999, Esther Chávez Cano, directora de la Casa Amiga, una organización civil de apoyo a las mujeres y contra la violencia doméstica, previó que continuarían los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez: era obvia la irresponsabilidad y la ineficacia de las autoridades. En esas fechas, la policía detuvo a un sujeto llamado Jesús Manuel Guardado Márquez, alias El Tolteca, y a una presunta banda de Los Choferes, acusados de ser homicidas y violadores y a quienes se incriminó de ser los causantes de muchos de aquellos homicidios. Chávez Cano alertó: "esto no cambia la situación, y van a continuar los crímenes como pasó antes con la presentación de la pandilla de Los Rebeldes. Todas y todos creímos que era el principio del fin, y ya se han visto los resultados". Los Rebeldes, un grupo de jóvenes y supuestos cómplices de Sharif Sharif. Las autoridades nunca lograron demostrar tal vínculo.