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7° Unidad: Periodo de las grandes síntesis: Platón y Aristóteles

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Concepción política de Platón: https://www.youtube.com/watch?v=cIf1lvNAAUU

La ética en Platón: https://www.youtube.com/watch?v=qK8J-yIAnSM

 

La teoría de las Ideas es el núcleo central de la filosofía platónica: ontológicamente las Ideas son los únicos objetos verdaderamente reales;epistemológicamente son los objetos del conocimiento auténticamente tal; en la esfera moral y política, son el fundamento de la conducta justa, yantropológicamente están a la base del dualismo platónico y le permiten incluso la demostración de la inmortalidad del alma.

  • Platón defendió un claro dualismo ontológico, creyendo en la existencia de dos tipos de realidad: el mundo sensible y el mundo inteligible. En el Mundo Sensible encontramos las realidades individuales, materiales, temporales, espaciales, multiplicidad, cambio, generación y destrucción; es el conjunto de cosas perceptibles por los sentidos. El Mundo Inteligible consta de realidades universales, en él se da la unidad; es el Mundo de las Ideas (o "Formas"). Las Ideas son inmutables, eternas, invisibles, inmateriales, atemporales, aespaciales y se conocen por la razón; es la auténtica realidad. Las Ideas no son conceptos o sucesos psíquicos, son entidades extramentales, objetivas e independientes del hombre. Las Ideas son causas de las cosas: aunque ellas sean el auténtico ser, Platón no negará toda realidad a lo que se da a los sentidos; el mundo sensible, aunque ontológicamente inferior a las Ideas, posee también cierto ser, que le vendrá dado por su imitación o participación de las Formas. La tarea del Demiurgo será precisamente hacer que la materia informe, existente desde siempre, tome rasgos semejantes a las Ideas. El mundo de las Ideas está ordenado jerárquicamente pues hay distintos tipos de Ideas y no todas son valoradas del mismo modo: Idea de Bien, otras Ideas morales; Ideas estéticas, Ideas de Multiplicidad, Unidad, Identidad, Diferencia, Ser, No Ser, Ideas matemáticas y otras Ideas (Idea de Hombre...). Platón sitúa a la Idea de Bien en la cúspide de ese mundo; a veces la identifica con la Idea de Belleza e, incluso, con Dios. La Idea de Bien causa lo real pues la conducta humana se hace con vista a ella y todo lo real tiende a ella (finalidad intrínseca en la naturaleza).
  • Platón dice expresamente que el mito de la caverna sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento.
  • Platón nos da las principales claves para la interpretación del mito: la región visible es una metáfora de la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella del poder del Sol. El ascenso y contemplación de las cosas exteriores (metáfora del Mundo de las Ideas) es semejante al camino del alma hacia el ámbito inteligible. El objeto último y más difícil de alcanzar del mundo cognoscible es la Idea del Bien (simbolizado en el mito con el Sol, último objeto percibido por el prisionero), causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha engendrado la luz y al Sol, y en el ámbito inteligible es la productora de la verdad y de la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

Nombre y Apellidos del Autor: 

Aída Lucía Bohórquez G. FMA

Idioma: 

Español

Nivel Educativo: 

Educación Secundaria Obligatoria (ESO)

Area de Conocimiento: 

Filosofía
  • Ejercicios con textos:

http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Ejercicios/Filoso...

Otros ejercicios que debes desarrollar

1. Comente con otras dos compañeras, la investigación que hizo sobre Platón, y enriquézcala con los nuevos elementos que aparecen en la puesta en común.

2. Reflexione la lectura y seleccione los tres plantea­mientos más importantes que hace Platón acerca de la natura­le­za.

3.   Compare y defienda ante tres compañeras, el análisis hecho  sobre los enunciados y cuestiones propuestas en la lectura "Sobre la inmortalidad del alma" (Aristóteles).

4.   Diga cinco características fundamentales de la ética de Platón.

5.  Haga en forma individual el esquema básico, de los textos que se dieron sobre Platón.

6. En una mesa redonda discuta, la crítica que ha hecho al        pensamiento de Platón y exprese al menos cinco puntos que  com­parte y cinco en los que no esta de acuerdo, argumen­tando el por qué.

7.   Después de leer reflexivamente el texto "Sobre las virtudes morales y políticas" (de Platón) realice el siguiente trabajo:

7.1. Haga el esquema de los elementos básicos del texto.

7.2. Busque el significado de los siguientes términos y tenga  en cuenta el contexto de Platón (Diccionario de Ferratel Mora): Alma, Placer, principio racional, principio irasci­ble, principio concupiscible, dominación, verdad, virtud, templanza, fortaleza, prudencia, justicia, reflexión razona­miento, intemperancia, armonía y bien.

7.3. Analice los siguientes enunciados:

 "La templanza es como un cierto orden y continencia de los  placeres y de los deseos".

"Cuando lo que es mejor por naturaleza manda sobre lo peor, se dice que ese hombre posee el dominio de sí mismo."

"La justicia no es otra cosa que hacer cada uno lo suyo."

"La virtud consiste en querer las cosas bellas y en poder  alcanzarlas".

"Llamaremos virtud a lo que va acompañado de justicia y vicio a lo que no muestra nada semejante".

"La discreción o el buen consejo, es claro que resulta ser  una ciencia; con ella y no con la ignorancia, puede decidirse lo que es justo."

7.4. Conteste las siguientes preguntas:

Explique la naturaleza y la función de cada una de las tres partes o principios del alma.

¿Cuál es el fundamento de la correlación  entre virtud moral, o virtud social o política?

De las tres partes en que divide el alma, ¿cuáles son las  que poseen una naturaleza irracional y por qué?  

Platón define la templanza y la justicia desde el punto de vista de armonía, pero ¿en qué se diferencia la armonía de la templanza de la armonía de lo justo?

¿Qué significa que el hombre mediante la templanza tiene dominio de sí?

¿Cuál es la relación entre la prudencia y la fortaleza?

¿Por qué la fortaleza no es una virtud racional?

¿En qué sentido la prudencia supone ciencia o saber?

¿Por qué los razonamientos son los instrumentos de los filósofos?

¿por qué la justicia no  consiste en dar a cada uno lo suyo, sino en hacer cada uno lo que le corresponde? Compare las dos proposiciones y explique cuál es la actitud de Platón.

7.5  Compare el concepto de virtud que tiene con el de Platón  y anote tres aspectos que le parecen valiosos en la propuesta de Platón y explique por qué.

TIEMPO PREVISTO:

Introducción: 

El siguiente video ubica el contexto histórico en el que se desarrolló el pensamiento de platón:

"LA REPUBLICA" DE PLATON, completa

 

  • Lectura crítica sobre apartes de los textos propuestos
  • Análisis de algunos enunciados de Platón
  • Comparación del pensamiento de algunos filósofos con relación a la virtud, la ética, el concepto de hombre

Mito del carro alado 

https://www.youtube.com/watch?v=I6vQbWHVoFo

7 UNIDAD:PERIODO DE LAS GRANDES SINTESIS: PLATON Y

ARISTOTE­LES.

PLATON. CONTENIDO:

1.      Biografía de Platón.

2.      El problema de la naturaleza en Platón.

2.1.   Características generales.

2.2.   Existencia de dos mundos.

3.      Antropología platónica.

3.1.   Noción y esencia del alma.

         Pruebas sobre la inmortalidad del alma.

3.2.   Relación alma-cuerpo.

4.      Platón: Ética y política.

4.1.   Su ética, características generales.

4.2.   La virtud.

5.      Teoría política de Platón.

6.      Evaluación.

INDICADOR DE EVALUACIÓN:

Aplica los resultados de su reflexión para la comprensión humanizante de situaciones de orden personal, político, ético, social y cultural.

Unidad correspondiente al segundo periodo académico

Enlace multiple: 

El mito del carro alado: https://www.youtube.com/watch?v=I6vQbWHVoFo

 

                                    "Decimos que las cosas múltiples caen en el

                                            en el campo de los sentidos y no del en- 

                                          tendimiento; y, en  cambio  que las  ideas

                                        son percibidas por  el entendimiento, pero

                                                                                          no vistas".                              

 

                                                                                   Platón, Rep., 507,a.

 

1. Biografía de Platón.

Platón nació en Atenas entre el año 428-427 a.C. Su verdadero nombre era Aristocles, Platón era un sobrenombre debido a la anchura de su frente (En griego Platos significa amplitud, anchura) Desde joven tuvo como ideal la vida política. Fue discípulo de Sócrates y pretendió con este encuentro una preparación mejor para su vida política a través de la filoso­fía. No estaba de acuerdo con los métodos políticos que se practica­ban en Atenas. Llegaron a su punto culminante cuando Sócrates fue condenado a muerte. (399 a.C)

Los demócratas fueron los causantes de su muerte. Hacia los 40 años de edad partió de viaje por Italia. En Siracusa fue invitado por Dionisio I, quien lo vendió después como esclavo. Cuando regresó a Atenas fundó la academia. (Recibe este nombre porque el gimnasio estaba situado en un parque dedicado al héroe Academo)

Todos los escritos de Platón han llegado a nuestras manos en forma íntegra. Las obras se han clasificado de acuerdo al contenido: I: Eutifrón, Apología de Sócrates, Critón, Fedón; II: Cratilo, Teeteto, Sofista, Político; III: Parménides, Filebo, Banquete, Fedro,; IV: Alcibiades I y II, Hiparco, Amantes; V: Teages, Cármides, Laques, Lisis... (Entre otros)

Platón expresa su pensamiento a través del diálogo (Género literario). Para él, el escrito filosófico era un diálogo cuyo protagonista será casi siempre Sócrates. Es muy importante el papel del lector, quien interviene en calidad de interlocutor. Su papel es extraer mayéuticamente la solución de muchos de los problemas discutidos.

Platón da al mito una gran importancia en la mayoría de sus obras. Lo utiliza en forma metódica y es distinto en sus características del mito prefilosófico. Es un mito que no subordina a sí mismo al logos sino que lo estimula y fecunda.

Mientras vivió Platón la academia estuvo regida con el siguiente principio: El conocimiento vuelve mejores a los hombres y, por consiguiente, mejor a la sociedad y al estado. Platón murió hacia el 347 a.C. Es el fundador de la metafísica occiden­tal.

2. El problema de la naturaleza en Platón.

2.1. Características generales:

- La teoría platónica tiene sus orígenes en la concepción socrática del saber y el camino para alcanzarlo. Para Platón la ‘dialéctica' no sólo es ciencia de la Idea, sino el procedi­miento o método para alcanzarla.

- Sobre la realidad, Platón tiene la influencia de Parménides  y afirma que el ser sin mezcla (lo real) es el único objeto  de la ciencia.

- Crítica a Parménides el carácter monista e indivisible de lo que es en sí y la identidad entre pensar y ser.

- Como el saber exige la estabilidad y permanencia del objeto,  el mundo sensible por  estar en un continuo devenir y muerte (Postura de Heráclito) no puede ser objeto de la ciencia. 

- Para Platón la ley del devenir sólo es atribuible a la realidad sensible.

- Con la existencia de dos mundos, Platón intenta reconciliar la concepción de Heráclito y la de Parménides.

- La existencia de los dos mundos que postula Platón supone una    concepción antropológica que tiene las siguientes caracterís­ticas: La teoría de la reminiscencia y la inmortali­dad del  alma.

- La concepción de Anaxágoras acerca del primer principio: La    inteligencia o mente ordenadora es el precedente de Platón  acerca de la consideración de las Ideas como verdaderas causas de lo real.

- Según Platón hay dos grados en el conocimiento: El saber y la    opinión. La ciencia(saber), tiene por objeto el ser perma­nente. La opinión es el grado intermedio entre la ciencia y la ignorancia, tiene por objeto aquello que participa del ser y la nada. La ciencia esta constituida por la inteligencia y el pensamiento, la opinión por la fe y la conjetura.

2.2. La existencia de dos mundos:

- Platón distingue el mundo inteligible e invisible del mundo sensible y visible.

- El mundo inteligible es el suprasensible o el de las Ideas, el de las esencias permanentes e idénticas porque siempre se encuentran en el mismo estado y son inmóviles.

- El mundo sensible es el mundo de las cosas materiales y corpóreas que cambian y nunca están en la misma forma y estado.

1) EL MUNDO INTELIGIBLE:

-  Las ideas en cuanto son esencias permanentes y eternas son     unidades simples, a diferencia de la multiplicidad de las  cosas sensibles.

- Las esencias constituyen la verdadera realidad, es decir el ser sin mezcla y puro, realidad que es incorpórea y no se  puede palpar.

- Lo que es en sí, no puede ser conocido por los sentidos, porque es invisible. Sólo a través de la inteligencia se puede conocer lo que permanece siempre idéntico.

- Las ideas por ser perfectas son causas y fines de las cosas. Son condición para que las cosas existan.

- Analogía entre el mundo sensible y el inteligible: El Bien es a la idea como el sol es con respecto a lo sensible. El sol no sólo proporciona visibilidad a las cosas sensibles, sino también su propia existencia, lo mismo sucede con el Bien en el mundo inteligible. En consecuencia tenemos que: "El Bien y el sol son dos reyes, señor el uno del mundo inteligible y   el otro del mundo visible" (Rep.,510,a.)

- La ciencia que estudia el Bien en sí es la DIALECTICA y supone dos momentos: Un camino de ascensión y  una intuición intelectual del Bien en sí.

 

2) EL MUNDO SENSIBLE (FISICA).

- El mundo sensible es el del devenir, el mundo de los seres que están sujetos  a la generación y corrupción.

- El mundo sensible es una  imagen del mundo inteligible. Así lo manifiesta Platón en el mito de la caverna: " Por qué crees en primer lugar que esos hombres han visto de sí mismos  o de otros algo que no sea las sombras proyectadas por el fuego en la caverna, exactamente enfrente de ellos?.. Esos hombres tendrían que pensar que lo único verdadero son las sombras." (Rep.,515,e.)

- El mundo sensible se caracteriza por lo múltiple y  todo lo que es múltiple y corpóreo, sólo puede ser percibido por los  sentidos.

- El mudo sensible es imagen del mundo inteligible en el sentido de que participa por semejanza del mundo inteligible.

- El mundo sensible tiene su origen en una causa. Platón atribuye la causa a un artífice, un DEMIURGO inteligente y conoce­dor del modelo eterno, es perfecto y bondadoso. Este artífice supremo merece el nombre de Dios, pues no produce por envidia o egoísmo sino por bondad.

3. Antropología platónica.

3.1. La noción y esencia del alma:

Principio universal: Lo que se mueve a sí mismo es principio de movimiento para lo que se mueve por otro. Es evidente que todo principio es ingénito e inmortal. Por lo tanto, no esta sujeto a las leyes del devenir.

- El alma por naturaleza esta en constante actividad. A su esencia le pertenece el moverse, por ello es principio de vida o animación.

- Consecuencias de la anterior afirmación: 1. El alma no ha sido engendrada y 2. No puede perecer.

1) Pruebas sobre la inmortalidad del alma:

La primera tiene como base el conocimiento: Según la teoría de la REMINISCENCIA, conocer es recordar. De ello se sigue la existencia del mundo de las ideas y la preexistencia del alma. Como consecuencia de lo anteriormente dicho, el lugar natural del alma no es el mundo de las cosas sensibles. Su destino no esta ligado al cuerpo, sino que seguirá existiendo una vez separado de él.

Platón demuestra la preexistencia del alma a partir de la teoría de la reminiscencia  y la segunda prueba la hace a través de la teoría de los contrarios.

a) La teoría de la reminiscencia supone que el alma antes de la unión con el cuerpo, ya existía en alguna parte como un ser activo e inteligente.

b) La teoría de los contrarios implica la inmortalidad del alma. Vida y muerte son dos términos contrarios que se implican consecutivamente, es decir, el alma cuando nace llega a la vida terrena a partir de lo inanimado, (cuerpo), luego es necesario que ella exista cuando el cuerpo muera.

La segunda prueba se basa en la indisolubilidad de lo simple. Lo compuesto por definición siempre está sujeto a la disolución y muerte. Mientras que lo simple permanece siempre en el mismo estado. El alma por naturaleza tiene las propiedades de lo simple: Es indivisible, uniforme, inteligible y constante.

La tercera prueba es de carácter ético. Si la muerte supone la destrucción del cuerpo y del alma, el impío o malvado quedaría libre de su propia maldad. Pero puesto que el alma es inmortal, ninguna culpa queda perdonada con la muerte. El imperativo ético exige un premio o castigo en una posterior existencia.

3.2. Relación del alma y del cuerpo.

1. El alma:

Teniendo en cuenta las anteriores pruebas sobre la inmortalidad del alma, se desprenden de ella dos características: a) El alma se relaciona y pertenece al mundo de las IDEAS. b) El alma se asemeja a lo divino.

a) Como la Idea, el alma es simple, uniforme, inmutable e invisible.

b) En consecuencia el  mundo suprasensible es el lugar natural  del alma.

c) Por parecerse a lo divino, el alma es inteligencia pura, es indisoluble e inmortal y su destino es dominar el cuerpo.

2. El cuerpo:

El cuerpo por el contrario está sujeto al cambio y a la muerte. De esta afirmación se siguen las siguientes características: a) El cuerpo pertenece al mundo sensible. b) El cuerpo se asemeja a lo mortal.

a) Como realidad sensible el cuerpo es un compuesto, mudable y     visible.

b) Por su condición mortal el cuerpo carece de movimiento propio, se disuelve, muere y está sometido por lo inmortal.

El alma antes de su unión con el cuerpo existía en un lugar suprasensible y convivía con las Ideas. El alma al hacer con-tacto con el cuerpo, en parte se divide y corporaliza. La parte que razona es el principio superior y racional, y la parte que desea es inferior e irracional.

El alma como tal, está destinada a la contemplación de lo que es en sí. Para llegar a este estado es necesario que el alma se purifique.  Para ello debe recorrer diferentes fases de ascenso. Estas etapas aparecen descritas en el mito de la caverna: "Toda esta imagen debe ponerse en relación con lo dicho anteriormente, por ejemplo, la realidad que la vista nos proporcio­na con la morada de los prisioneros, y esa luz del fuego del que se habla con el poder del sol. No te equivocarás si comparas esa subida al mundo de arriba y la contemplación de las cosas que en él hay, con la ascensión del alma hasta la región de lo inteligible." (Rep.,517,b.)

El proceso de la ascesis Platón lo presenta en términos de dialéctica, (entendida como método) y comporta dos momentos que exigen una continua lucha: La renuncia de los sentidos y la contemplación intuitiva de la verdad a través de la razón.

4 La ética y la política en Platón.

La ética en Platón es  "eudemonista": Término que se entiende como felicidad, como supremo bien al que todos los hombres aspiran.

4.1. Ética de Platón.

Para Platón el bien supremo del hombre está en el recto cultivo de su alma, en la armonía y en el bienestar general de su vida. ¿En qué consiste este bien? ¿Qué es capaz de hacer feliz al hombre?

Este problema se explica mediante dos posiciones opuestas que Platón analiza:

1) La esencia del bien es el placer.

2) La esencia del bien esta en la sabiduría.

Platón rechaza estas dos posiciones y defiende una postura intermedia: Rechaza la teoría de Eudoxo que defiende el placer como sumo bien del hombre y refuta la ascética de Espeusipo que rechaza totalmente el placer. Platón sin condenar el placer lo regula y somete a la medida de la razón.

El bien del hombre consiste en una mezcla que se alimenta de dos fuentes: " La del placer podría compararse a una fuente de miel, y la de la sabiduría sobria y sin huella alguna de vino, a una fuente pura y sana; y nos es preciso intentar mezclar esas dos fuentes lo mejor posible" (Filebo,61,c.)

Como conclusión de lo dicho, Platón rechaza ambas teorías  por ser insuficientes.

1) Condiciones de la mezcla que propone Platón:

El bien debe someterse a la triple norma de: medida, verdad y belleza.

Los cinco grados resultantes de la escala de bienes son los siguientes:

a) Medida moderación y oportunidad.

b) Proporción, belleza, perfección o plenitud.

c) Mente e inteligencia.

d) Los placeres puros sin mezcla de dolor alguno.

La existencia de un bien supremo y en sí.

El sumo bien es accesible al hombre, al menos por contemplación imperfecta en este mundo y directa después de la muerte. Por medio de la dialéctica se llega a la IDEA suprema de BIEN.

El camino para llegar al bien supremo es la virtud. Este pensamiento es en Platón una constante.

4.2. La virtud.

Uno de los objetivos de la filosofía de Platón es el de fundar una comunidad humana en donde reine la justicia. Sin esta base, no se garantiza la felicidad humana.

Ahora bien, el hombre virtuoso, es el hombre verdaderamente feliz. Platón desarrolla este tema  en su diálogo Menón.

A continuación veamos el pensamiento que Platón desarrolla acerca de la virtud:

¿Puede enseñarse la virtud? "¿Podrías, tú decirme, Sócra­tes, si la virtud se adquiere mediante la enseñanza o mediante el ejercicio, o bien, si no es consecuencia ni de la enseñanza ni del ejercicio, antes bien es la Naturaleza la que se la da al hombre, o incluso se puede decir que proviene de alguna otra causa?". Estas son la palabras con las que se abre el diálogo platón y Menón y plantean un primer problema: ¿Puede enseñarse la virtud?

a) Naturaleza de la virtud:

No sabemos cuál es la verdadera naturaleza de la virtud. Por lo tanto antes de contestar la anterior pregunta, es necesario saber cuál es la verdadera naturaleza de la virtud.

Platón elige el método socrático que lleva al conocimiento de la naturaleza humana mediante la razón, para llegar a una definición de la virtud.

Menón abre el diálogo exponiendo las distintas clases de virtudes. Sócrates afirmará que hay una  unidad esencial de todas estas virtudes.

Para Sócrates (Personaje central mediante el cual Platón expone su pensamiento) la virtud es una actividad propia del alma, es ARMONIA. Y esta consiste en unificar los elementos contrarios que integran el compuesto humano, y someterlos a la "razón". Este es el objetivo fundamental de la virtud de la justicia.

Se pueden distinguir dos clases de armonía: la individual y la social.

La virtud también es purificación en el sentido que reprime las pasiones inferiores y purifica el alma para prepararla hacia el estado  feliz que es la contemplación de las Ideas.

Los buenos son aquellos que, como verdaderos sabios durante su vida, no dejan que su alma ceda a las bajas tendencias de su prisión corporal, sino que se ejercitan en una constante purificación "KATARSIS" de su alma.

Para Platón, la virtud aparece como verdadera religiosidad porque " Dios es la medida de todas las cosas, es el principio, el medio y el fin de todas las cosas". (Leyes, 716).

"Además, hay que asemejarse a Dios mediante una conducta virtuosa" (Leyes, 716)

Las IDEAS son para Platón la norma de la vida virtuosa: La Idea de Bien es la medida más exacta para discernir lo bueno y lo malo.

La virtud de la justicia es la que nos permite establecer la "armonía" entre las diversas partes del compuesto humano y, por consiguiente, determinar la naturaleza de la virtud.

En su obra LA REPUBLICA en el libro (capítulo) IV Platón habla de  cuatro virtudes principales o cardinales:

a) LA JUSTICIA: Es la virtud que comprende a todas las demás y su objeto es poner orden y armonía tanto en el individuo concreto como en la ciudad.

b) PRUDENCIA O SABIDURIA: Es la virtud propia del alma racional que regula el conjunto de las acciones humanas.

c) FORTALEZA O VALOR: Hace que el hombre supere el sufrimiento y el dolor y sacrifique los placeres cuando es necesario cumplir con el deber.

d) TEMPLANZA: Es "como un cierto orden y continencia de los placeres" o"en el dominio de sí".(Rep,433-434).

5. Teoría política de Platón.

El punto que le interesa a Platón en el aspecto político es cómo "debería ser" el Estado. Por eso propone un estado ideal. El estudio que hace de  los estados reales tiene como objeto configurar mejor su Estado  ideal.

Para Platón el fin originario de la ciudad es la producción de bienes, la división del trabajo y el intercambio de bienes. Y su fin último lo constituye la felicidad de sus ciudada­nos que se logra cuando se garantiza un Estado justo.

1) El fin último busca el bien de todos.

2) La paz y la benevolencia.

3) No el interés de los gobernantes, sino el bien del súbdito y gobernado.

4) El interés común antes que el privado.

5) La comunión de bienes, mujeres e hijos. El mayor bien para  una ciudad es la unificación. En el libro de las Leyes desapa­rece el comunismo de mujeres y se establece el matrimo­nio obligatorio para todos. Además, admite la propiedad privada.

En su teoría política Platón le da una gran importancia a la educación y a sus métodos.

Una educación es buena, cuando el individuo es la realización de la justicia. ¿Cuál es la clave de la renovación social y política de la ciudad helena? La respuesta es la educación. Por lo tanto, la moral ciudadana será una consecuencia de la buena educación.

ANALISIS DE TEXTO

"Sobre las virtudes morales y políticas" (Platón).

I. De las partes del alma y sus respectivas virtudes.

1. Platón distingue en el alma tres partes:

- Como, según lo dicho, el alma de cada uno, al igual que la ciudad, se divide en tres partes, nuestra demostración a mi entender, recibe una segunda prueba.

- Tú dirás.

- Veamos: Al ser tres esas partes serán tres igualmente los  placeres que se corresponden con ellas. Del mismo modo los  deseos y los cargos.

- ¿Cómo dices? - Preguntó.

- Hay una parte, decíamos, con la que el hombre conoce;  otra con la que encoleriza, y una tercera a la que, por su variedad, no fue posible encontrar un nombre adecuado; esta última, en atención a lo más importante y a lo más fuerte que    había en ella, la denominamos la parte concupiscible. Ese  nombre respondía a la violencia de sus deseos, tanto al entre­garse a la comida y a la bebida como a los placeres eróticos  y a todos los demás que de éstos se sigue; y la considerába­mos amante de la riqueza, por satisfacerse con ella esos  deseos, de manera más especial.

Esa es la denominación razonable -Dijo.

- Si añadiésemos, además, que el placer más a fin de esta facultad es la ganancia, ¿no apoyaríamos nuestra idea en un principio fundamental hasta el punto de aclarar para nosotros la referencia a esta parte del alma? ¿no crees que la llama­ríamos con razón ansiosa de riquezas y de ganancias?

- Sí, eso creo -dijo.

- Pues que. Hablemos de la parte irascible; ¿No decimos que arrastra siempre y enteramente a la denominación, a la victoria y al deseo de gloria?

- En efecto.

- Convendría, pues, que la llamásemos amiga de disputas y honores?

- Sería lo mejor.

- En cuanto a la parte que conoce, resulta claro para todos que tiende siempre y por completo a conocer la verdad donde quiera que se encuentre y que nada le importa menos que las rique­zas o la reputación.

- Así es.

- A ésta habría que llamarla con toda justicia amante de la ciencia y del saber..

- ¿Cómo no?

- ¿y no es verdad también - pregunté- que unas veces manda en    el alma de los hombres esa parte ya dicha, otras alguna de las dos restantes según convenga?

- En efecto -dijo.

- De ahí que para nosotros los caracteres principales de hombres sean tres: El filosófico, el ambicioso y el avaro.

- No cabe duda." (Rep.,580,e.)

A cada parte del alma le corresponde una virtud específica: A la racional le corresponde la prudencia, a la irascible la fortaleza, y a la concupiscible la templanza.

a) LA TEMPLANZA COMO VIRTUD MORAL Y SOCIAL:

- "La templanza  -añadí- es como un cierto orden y continencia    de los placeres y los deseos, según la expresión de los que dicen, no sé con qué razón que se trata del dominio de s mismo. Hay también otras expresiones que vienen a ser como huellas de aquella cualidad. ¿No lo crees así?

- Le presto mi entera aprobación -dijo-.

- Pero ¿no es risible eso de hablas del dominio de sí mismos? Porque el que es dueño de sí mismo es también esclavo y  viceversa; en resumen, es a la misma persona a la que nos referimos con estas expresiones.

- ¿Cómo iba a ser de otro modo?

- Entiendo yo, sin embargo -dije-, que esa expresión quiere significar que en el alma del mismo hombre se encuentra algo  que es mejor y algo que es peor, se dice que ese hombre que posee el dominio de sí mismo, lo que constituye una alabanza, pero cuando por su mala educación o compañía, lo mejor resulta dominado por la multitud de lo peor, esto se conside­ra  como un deshonor, diciéndose del hombre así que es esclavo de sí mismo y modelo de intemperancia.

- Y así parece -observó-.

- Pues ahora -proseguí- tiende la vista a nuestra ciudad y  encontrarás en ella una de estas dos cosas, porque, en efecto, podrás decir justamente que es dueña de sí misma, si es  que no ha de llamarse templado y dueño de sí mismo a todo aquél que sobrepase su parte  mejor a la peor.

- Al hacer lo que tú dices -afirmó- veo que tienes razón". (Rep., 432,a.)

b) LA TEMPLANZA INTERPRETADA COMO ARMONIA DE LAS PARTES.

- " Verás pues -añadí-, que no íbamos descaminados cuando       predecíamos hace poco que la templanza se parece a una cierta    armonía.

- ¿Por qué motivo?

- Sencillamente por la razón de que así como el valor y la prudencia que residen en una parte de la ciudad, la hacen a toda ella valerosa y prudente, la templanza en cambio no procede de la misma manera, sino que se derrama naturalmente por todos los ciudadanos consiguiendo que canten al unísono los más débiles, los más fuertes y los del medio, ya quisie­ras clasificarlos por su inteligencia, por fuerza, por su número,  por sus riquezas o por cualquier otra circunstancia análoga. De manera que podría decirse con razón, que la templanza es algo así como un acuerdo, como una armonía que se establece entre lo que es inferior y lo que es superior por naturaleza, en relación con la parte que debe gobernar, bien en la ciudad, bien en cada uno de os individuos.

- Soy en todo de tu opinión -dijo-." (Rep.,432,a.)

c) LA FORTALEZA, VIRTUD ETICA Y POLITICA.

- "Si ahora pasamos ala consideración del valor y a la parte    de la ciudad donde se halla y por la cual se da a la ciudad    el nombre de valerosas, no creo que pueda presentarse dificul­tad alguna.

¿Cómo? ¿Quién -dije yo- podría denominar a la ciudad cobarde o valerosa si no mirase a esa parte de que ella combate y pelea en campañas en su favor?

- Nadie -contestó- que tendiese la vista hacia otra parte.

- A mi parecer -continué, los demás ciudadanos que viven en la    ciudad, sean cobardes o valientes, no la hacen de ningún modo    tal cual ellos son.

- Desde luego.

- Por tanto, la ciudad es valerosa atendiendo a esa parte de  ella en la que se mantiene a todo evento la opinión de las  cosas terribles, que han de ser siempre las mismas y en conso­nancia con la prescripción educativa del legislados.

¿o estimas que en eso reside el valor?

- No he comprendido muy bien lo que dices. -afirmó-; repítelo de nuevo.

-Soy de la opinión -dije- de que el valor es una especie de     conservación.

- ¿y qué clase de conservación?

- Me refiero a la opinión adquirida por la educación acerca de cuáles y como son las cosas que resultan temibles. Al hablar    de conservación, a todo evento quiero decir que el valor es    garantía de esa conservación, tanto entre los dolores como  entre los placeres, entre deseos como entre temores..." (Rep., 429,a.)

d) LA FORTALEZA, AUXILIAR DE LA RAZON.

- " Por tanto -concluí-, aunque con dificultad hemos llegado a    poner de manifiesto que en el alma de cada uno de nosotros se encuentran los mismos principios, y en el mismo número que  en la ciudad.

- Así es.

- ¿No será, pues, necesario que el individuo demuestre ser  prudente en el mismo grado y por la misma razón que la ciudad?

- ¿Cómo no?

- ¿Y que por el mismo motivo sea valeroso a la manera de la ciudad, y obre en la misma forma que esta en todo lo referen­te a la virtud?

- Necesariamente.

- Pienso yo, Galucón, que reconoceremos al individuo justo por las mismas razones que a la ciudad.

- También eso es necesario.

- Pero no debemos echar en olvido, sin embargo, que la ciudad  era justa porque lo eran también las tres clases de que se  componía.

- No creo que lo hallamos olvidado -dijo-.

- Recordemos pues, que cada uno de nosotros sólo será justo en la medida en que se haga lo que le corresponde igualmente las partes que le componen.

- Desde luego -observó-, conviene que lo recordemos.

- ¿Y no es al principio racional al que compete el gobierno,    precisamente por su prudencia y la previsión que ejerce sobre el alma y al principio irascible la condición de auxiliar?

- En efecto.  (..)

- ¿No serán también esos dos principios -añadí yo- los que mantengan mejor la vigilancia sobre el alma toda y cuerpo contra los enemigos externos, tomando por una parte las determinaciones necesarias, luchando y siguiendo por otro al que manda y procurando obedecerle sin mengua alguna de su valor?

- Así es.

- A mi entender, llamaremos a cada uno valeroso, atendiendo a este segundo principio, cuando lo irascible conserve su lucidez racional respecto a lo que es temible y a lo que no    lo es a través de sus penas y placeres.

- Eso creo yo también -asintió-. " ( Rep.,442,b.)

 

e) LA PRUDENCIA O EL BUEN JUICIO ESTA CONDICIONADO POR LA EXPERIENCIA, LA INTELIGENCIA Y LA RAZÓN.

- "Así, pues -dije yo-, ya que se trata de decidir acerca de estos placeres e incluso sobre la misma vida, no desde luego en cuanto a la más honesta o a la más vergonzosa, a la mejor o a la peor, sino relativamente a la más dulce y a la más grata, ¿Cómo podríamos saber quién de estos hombres (El filosófico, el ambicioso y el avaro) dice la verdad?

- Me declaro impotente para ello -repuso-.

- Entonces, contéstame a esto: ¿á quién se requerirán las con­diciones del buen juicio? ¿No son estas las experien­cias, la inteligencia, y la razón? ¿O crees que hay algún criterio mejor que eso?

- Cómo habría de anhelarlos  -contestó-.

- Presta atención por un momento; de los tres hombres, ¿cuál estimas tu más experimentado en los placeres de que hablamos? Suponte que el avaro se decidiese a conocer la verdad en sí misma: ¿Le creerías con más experiencia del placer, del saber que, por ejemplo, el filósofo del placer de la ganancia?

- Mucha diferencia habría entre los dos -dijo-; el filósofo, realmente, ha gustado ya por su fuerza, desde la niñez, de los otros placeres, y en cambio, el avaro no ha sentido esta necesidad de entregarse al estudio de la verdad y de saborear experimentalmente el placer que proporciona; aunque su    deseo lo llevase a eso, no le sería fácil conseguirlo.

- Es mucho mayor -advertí- la experiencia del filósofo, con respecto al avaro, en lo que concierne a ambos placeres.

- Desde luego.  (..)

- Refiriéndonos, pues, a la experiencia, -dije yo-, el mejor juicio corresponderá al filósofo.

- Y con mucho.

- Será el único hombre que acompaña la experiencia con la reflexión.

- En efecto.

- Ahora bien: del instrumento con que se juzga. ¿No diremos que corresponde al avaro, o al ambicioso, sino al filósofo?

- ¿A qué instrumento te refieres?

- ¿No es acaso por razonamiento como conviene juzgar?

- Si.

- Y los razonamientos son precisamente el instrumento del filósofo.

- ¿Cómo no?   (...)

- Bien claro está que la primera de ellas es la prudencia, aun­ que algo extraño aparece con relación a esta cualidad.

- ¿qué es? -preguntó.

- En realidad, nuestra ciudad parece prudente porque la discreción reina en ella. ¿No es eso?

- Si.

- Y esto mismo, la discreción o el buen consejo, es claro que resulta ser una ciencia; con ella, y no con la ignorancia, puede decidirse lo que es justo.

- Desde luego.

- Pero muchas y también de muchas clases son las ciencias que existen en la ciudad.

- ¿Cómo no?

- ¿Hay razón para considerar prudente y discreta la ciudad  atendiendo a la ciencia de sus constructores?

- De ningún modo -dijo-, porque en ese caso lo que convendrá  llamarla es maestra en construcciones.

- Tampoco podrá decidirse que la ciudad es prudente si sólo se tiene en cuenta la ciencia de los que trabajan la madera.

- No, por cierto.   (...)

- ¿Cuál es -pregunté yo- y en  qué ciudadanos se encuentra?

- No es otra que la que tiene por objeto la vigilancia de la ciudad -contestó-, y puedes admirarla en aquellos gobernantes que denominábamos guardianes perfectos.   (...)

- En consecuencia, la ciudad fundada conforme a las reglas naturales podrá ser toda ella prudente por la parte de las gentes  que menos abunda en ella, que no es otra que la que preside    y gobierna. Es este al parecer, el linaje más reducido  y  al cual corresponde la participación en esta ciencia, que es, entre todas, la única que debe ser llamada con el nombre de prudencia.

- Gran verdad la que tú manifiestas -Dijo." (Rep.,429, a.)

f) LA JUSTICIA, ARMONIA DE LOS TRES PRINCIPIOS O VIRTUDES.

- "Pero también hemos oído a otros muchachos y nosotros mismos    repetíamos con frecuencia que el hacer cada uno lo suyo y no    tratar de    meterse en cosas ajenas constituye la justicia.

- Eso hemos dicho.

- Entonces, mi querido amigo -Añadí-, parece que ya encontramos  en qué consiste la justicia: No es otra cosa que el hacer cada uno lo suyo. ¿Y sabes de dónde  saco  esta conclusión?

- A mi entender -dije yo-, lo que faltaba por considerar en la    ciudad, después de haber tratado de la templanza, del valor,    y de la prudencia, era eso que da a estas cualidades la fuerza que necesitan para subsistir. Si permanece en ellas no  hay duda que las conserva.

 Decíamos en verdad que si encontrábamos las tres cualidades  citadas la cuarta sería sin duda la justicia "(Rep.,433,c.)

- "Para nosotros ya existía, Glaucón, una imagen de la justi­cia, que nos ha sido de mucha utilidad: No es otra que la de consi­derar que quien es zapatero por naturaleza, debe dedicarse a hacer zapatos y no a otra cosa, y que quien es construc­tor habrá de emplear su tiempo en las construcciones, y    de igual modo todos los demáS.

- Así me parece.

- Realmente la justicia parece que es algo de esta clase, pero no es lo que concierne a la acción externa del hombre, sino respecto a su acción interna; es ella la que no permite que  ninguna de las partes del alma haga lo que no le compete ni que se entremeta en cosas propias de otros linajes, sino que, ordenando debidamente lo que le corresponde, se rige a sí misma y se hace su mejor amiga al establecer el acuerdo entre  sus tres elementos, como si fuesen los términos de una armonía, el de la cuerda grave, el de la alta y el de la media, y todos los demás tonos intermedios, si es que exis­ten."  (Rep­.,443, e.)

- "Así, pues, cuando el alma toda marche dirigida por la razón y no se manifieste en ella deseo alguno de  sedición, cada una de sus partes realizará lo que le es debido y mantendrá  su amor a la justicia así mismo, disfrutará de los placeres que más le convengan y, en lo posible de los más verdaderos.  "(Rep.,586.c).


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